jueves, 21 de mayo de 2009

Temporada de blusas…

Bueno, se supone que para verano deberíamos lucir unas lindas blusas tejidas con un finísimo algodón, pero algo anda mal en el clima y en mi reloj biológico, primero aquí está lloviendo y las noches están muy frescas, durante el día el clima es traicionero, así que lo mejor es estar abrigado y mi reloj biológico me traicionó, que no se supone que en invierno se teje para verano y viceversa???
Hablaba de finísimos algodones, pues si, debo admitir que no hay nada como las fibras vegetales para tejer, pero me da muchísima lástima estropear un buen tramo haciendo ensayos de puntadas, así que para ello recurro al económico, pero siempre lucidor acrílico.

Aquí les muestro la puntada que estoy ensayando para elaborar una blusa, yo espero conseguir el estambre ideal, pero si no, al menos ya voy a tener bien dominado el calado. El diagrama las llevará al sitio donde la encontré y les muestra una opción para aplicarla.
Y ahora… a tejer…

jueves, 7 de mayo de 2009

No solo de tejer vive el hombre.

También hay que destejer. Hay quien prefiere ajustar la prenda a otra persona antes que destejer, esa no soy yo, aún una prenda tejida, rematada lista para usar soy capaz de destejerla si noto algún detalle que no me deja satisfecha.
Justo ahora estoy destejiendo este, chal, cobija, mantita de tejer o multifuncional el cual tejí hace tres años, nunca me gustó, nunca lo utilicé y se quedó en una bolsa la cual acabo de encontrar, mientras buscaba la hebra para iniciar a jalar y armar una gran bola, no me gusta usar el devanador, me encantan las bolas de estambre; recordé un pasaje de mi tierna infancia:
Cuando iniciaba en esto del tejido con dos agujas mi mayor logro era tejer y tejer, no pensaba en bufandas, suéteres, cobijas o algo así. Mi madre tenía una bolsa de bolsitas (si, una bolsa con 10 bolsitas de 100gr cada una) de un estambre amarillo mostaza, le pedí que me diera una y montara “muchos puntos”; terminé la primera bolsita, la segunda, creo que por la sexta me comenzaba a preguntar por qué mi madre no me regañaba si ella solo me había dado una. Así un día tratando de evitar el regaño destejí aquel lienzo y salió una bola tan grande como una pelota.
La historia no termina ahí, años después escuche a mi madre, cuando alguien le comentaba lo bien que tejía su niña (o sea yo), esa niña casi me mata de un infarto, hace tiempo le monté puntos para una mantilla, la dejé tejer y tejer, varios días pensaba hoy en la noche remato su labor y mañana le doy otro estambre para que se entretenga, un día subiendo las escaleras la vi muy sentadita en el estudio tejiendo concentrada y media hora después cuando bajé la vi con una bola de estambre del tamaño de su cabeza!!!
Ella nunca me reclamó, pero desde ese día cada que me daba un estambre me preguntaba qué iba a hacer, al principio decía “solo tejer”, hasta que los años me dejaron pensar más allá y cada que pedía un estambre tenía que expresar de forma clara “necesito un estambre para tejer una bufanda”. Hoy en día a nadie le tengo que decir que voy a tejer, tejo y destejo a placer y si no tengo, al menos, 10 kilos de estambre listos para tejer y destejer, me siento vacía… que loca!!!

Tejer o no tejer...

Algunas veces me pregunto porque siento la necesidad de tener mis manos ocupadas con una labor de tejido; solo puedo responder que si no tejo con las manos, tejo ideas en mi cabeza. Si tejo con las manos consigo que alguien más disfrute lo que yo hice, si tejo con la cabeza corro el riesgo de lastimar a alguien. Lo mejor es mantener las manos ocupadas...