sábado, 27 de junio de 2009

Una verdadera reliquia


Ahora más que nunca hago como que trabajo, pero he tenido más tiempo para dedicarme a lo que amo hacer: tejer. Gracias a eso he podido convivir con la familia y los amigos, no es que yo sea muy dada a las reuniones, pero en los momentos de mayor concentración, cuando estoy desarrollando el pensamiento más abstracto el teléfono suena: que te vengas a tomar un café.

Gracias a esas llamadas hace un par de días una sobrina llegó y me preguntó: te acuerdas de la blusa que le hiciste a mi hermana?? – cuál blusa?? Cuál hermana??- son más de 8 hijos en esa casa. Después de un diálogo no muy largo ella resolvió que era mejor ir a buscar la dichosa blusa, misma que ustedes pueden ver en la imagen.

Fue la primera prenda que hice a ganchillo, cómo quería que me acordara, la dueña de la blusa ya es madre y casi huela a suegra; el caso es que la sobrina de buena memoria quiere una igual… y la tía renegada preguntó –igual, igualitita o del mismo estilo???- pues con otro tipo de estambre y otro color, y más larga y con manga corta – hmmmm??? Eso no es igual… y después de otro ir y venir de preguntas y respuestas dijo que la hiciera como yo quisiera, pero más larga y con manga corta, jajaja, no me ganan una.

Lo que más risa me da es que la blusa, así como la ven debe ser talla 1 o 2, en aquellos años la dueña debió haber tenido 14 o 15 años, hoy la hermana (que le dio la segunda vuelta a la blusa) tiene algunos 24, pero para nada es talla 1, me dijo –la quiero talla L – y mi respuesta –pero no L de “lombriz” cómo la roja- jajaja.

Ya he comentado que finitas, finitas no somos, pero tenemos una constante, en las tempranas juventudes tooodas hemos sido extremadamente delgadas, son los años los que nos hacen ponernos “repuestitas” cómo dicen los mayores, así que cuando vamos de tiendas y pedimos una talla “L” y ésta viene reducida solemos decir: esto es L de lombriz, esto no nos queda… lo siento, hoy comí payaso.




viernes, 12 de junio de 2009

La blusa que sigue

Aca decimos "viste burro y se te ofreció viaje", eso pasó, vieron la blusa café y ahora tengo que tejer una verde, técnica distinta, mismo estambre y tejedora. Este estambre cuyo nombre sigo ignorando, porque con tal de que no me pare de tejer mis pobres sobrinos ya se hicieron expertos compradores de estambre; es una maravilla, es más grueso que el típico cristal o diamante, pero que bien se teje y que buena textura le da a las prendas, me declaro partidaria del acrílico de hoy en adelante, bueno, bonito y barato!!!
La blusa esta casi terminada, ya solo falta llegarle al largo de la dueña, aquí les dejo un detalle del los cuadros, los cuales se van ensamblando conforme se tejen (y lo bueno va a ser la rematada de puntas) y el diagrama... y ahora a tejer...

miércoles, 3 de junio de 2009

La mega blusa…


Sé que suena cruel, pero es la verdad, afortunadamente en la familia además de bien comidos nos han puesto levadura en la leche, aquí la más pequeña pasa el 1.70m, dicho lo cual, aunque se ve grande pues esa es la medida…


Como ya lo he dicho, creo que cuando tejo para alguien más la inspiración me llega, no he podido terminar nada para mí misma y miren que tengo una blusita que me encanta como está quedando, pero más tarda alguien en decir “qué bonito, hazme un apara mi”; que boto lo que tengo en las manos y mi primera pregunta ¿de qué color la quieres? Por lo que ahora estoy haciendo otra blusita, de la que ya les subiré el diagrama…

Tejer o no tejer...

Algunas veces me pregunto porque siento la necesidad de tener mis manos ocupadas con una labor de tejido; solo puedo responder que si no tejo con las manos, tejo ideas en mi cabeza. Si tejo con las manos consigo que alguien más disfrute lo que yo hice, si tejo con la cabeza corro el riesgo de lastimar a alguien. Lo mejor es mantener las manos ocupadas...